El motivo por el cual la sexta edición de la Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclaje (SRR) organizada por Ifema en Feria de Madrid (13-15 e junio) centrará el foco de sus debates en estos últimos 20 años de legislación ambiental (los visitantes podrán visitar una “plaza” con una exposición por tal motivo) es el fin de un ciclo en el enfoque de nuestra relación con los recursos y el uso que hacemos de ellos.
No sólo empujadas por las crisis ambientales, como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad, sino también por un cambio de mentalidad, las organizaciones (empresas, administraciones públicas…) están reconsiderando su formas de gestionar las materias primas y los productos.
Si en 2018 se acaba un ciclo de 20 años de legislaciones ambientales modernas en España, que se inició en 1998 con la Ley de Residuos, comienza también una nueva etapa que se asienta en dos principios. El primero es que las empresas empiezan a comprender que la sostenibilidad ambientalno es sólo un cuestión de “cumplir la ley”, sino que puede ser un factor de mejora de su competitividad, de su reputación y de sus capacidades comerciales. En segundo lugar, hay un consenso en que se acabó la llamada economía lineal propia del siglo XX (producir-consumir-usar-tirar) para alumbrar un nuevo paradigma basado en la economía circular(producir-reducir-consumir-reutilizar-reparar-reciclar), donde crece el consumo responsable y los residuos se entienden como recursos.
Europa marca el camino
Por todo ello, la edición 2018 de SRR es especialmente importante. El sector de la recuperación y el reciclaje, en todo tipo de residuos-recursos-materias primas recuperables, está adquiriendo una visibilidad y un peso en la economía que antes no tenía. En realidad, las empresas de recuperación y reciclaje desarrollan desde hace años una actividad encuadrada en la economía circular, y por ello están a la vanguardia de este cambio de ciclo que arranca en 2015, cuando la Comisión Europea inicia los trámites para lanzar su Plan de Acción de Economía Circular(aprobado recientemente) y marcar unos objetivos a medio y largo plazo en la gestión de los residuos, la gestión del agua o el desperdicio alimentario, entre otros aspectos. Los objetivos son reciclar el 60% de los residuos en el año 2030 y el 65% en 2035, y que en ese mismo año sólo llegue al vertedero un máximo del 10%. De hecho, ya tenemos datos esperanzadores en el entorno europeo. Por ejemplo, el 40% del aceroproducido proviene de materiales reciclados y en 2016 el 36% del aluminiototal consumido provino de aluminio reciclado.
La mayoría de pasos europeos están siguiendo la misma senda: Francia ha presentado su Hoja de Ruta para la Economía Circular con 50 medidas específicas para aumentar las tasas de reciclado y generar 300.000 nuevos empleos. Po su parte Holanda, también tiene su estrategia de economía circular muy avanzada, al igual que varias ciudades europeas a nivel local, eItaliaacaba de presentar el llamado “Atlas italiano de la economía circular”.
Son demasiados acontecimientos como para no entender que efectivamente estamos ante un cambio de paradigma. Y en él, la industria del reciclaje ocupa un papel protagonista. El Bureau of Intenational Recycling(Oficina Internacional del Reciclaje), BIR, que acaba de celebrar su congreso mundial en Barcelona, considera que la actividad del reciclaje reduce las emisiones de C02 en 100 kilos por persona/año, convirtiéndose así en una de las actividades clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS 230 de Naciones Unidas
El BIR, que cuenta con cuatro divisiones sobre reciclaje para metales no férrico, metales férricos, papel y textil, y tres comités especiales sobre acero inoxidable y aleaciones especiales, plástico y neumáticos, ha lanzado su nueva iniciativa del Consejo Mundial de Asociaciones de Reciclaje, cuya visión reconoce que el cambio climático es una crisis de dimensiones crecientes que afecta a la economía, la salud, la seguridad, la producción de alimentos y otros ámbitos. Por ello, el BIR juzga esencial promover una solución sostenible que transforme este desafío en una oportunidad. El reciclaje ahorra energía, reduce la contaminación del aire y del agua, y conserva los recursos naturales.
En clave nacional
Tras la estela de las iniciativas de la Unión Europea, el Gobierno de España, en un trabajo combinado con diferentes administraciones y organizaciones y liderado por el MAPAMA) está trabajando en el texto definitivo de la Estrategia Española para la Economía Circula(“España Circular 2030”), cuyos objetivos son lograr una transformación hacia un “modelo de desarrollo y crecimiento más innovador, competitivo y sostenible, que permita maximizar los recursos disponibles, para que estos permanezcan el mayor tiempo en el ciclo productivo y reducir la generación de residuos, aprovechando al máximo aquellos residuos cuya generación no se haya podido evitar”. Para ello, el borrador de la Estrategia propone 70 medidasen un Plan de Acción 2018-2020 y un presupuesto adicional de 836 millonesde euros.
También acabamos de conocer el proyecto del Gobierno Vasco “Circular Thinking, Euskadi hacia la Economía Circular”.En el informe “Diagnóstico Economía Circular en la Industria del País Vasco” (el primer informe regional de Europa que calcula sus indicadores de medición según la metodología propuesta por la Unión Europea), se afirma que la industria vasca podría ahorrar el 6% de las materias primasque se usan actualmente y hasta unos 2.000 millones de euros.Igualmente, hace una semanas se presentaba en Cataluña el Observatorio de Economía Circular de Cataluña,promovido por el gobierno de la Generalitat con el objetivo de convertirse punto de referencia para el desarrollo e integración de la economía circular en esta comunidad.
Recuperación y reciclaje en España
La Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), que ha tenido un papel muy activo en el congreso del BIR, presenta unas cifras que demuestran el músculo de este sector. Las actividades de recuperación y reciclaje encuadradas en FER (material férrico y no férrico) agrupa a más de 5.000 empresas que generan más de 33.0000 empleos directosy cerca del 1% del PIB nacional. En 2017, por ejemplo, se gestionaron 7,7 millones de toneladas de chatarras férricas, 47 millones de toneladas de papel/cartón y se reciclaron 107.400 toneladas de baterías de plomo ácido de automoción, entre otras materias y productos.
Del mismo modo, según datos de Ecoembes,durante 2017 en España serecicló el 77,1% de envases domésticos a través de la recogida selectiva en lo contenedores amarillos y azules. Esta cifra global para los envases domésticos se desglosa en 69,7%, en envases de plástico; 86,7% en los envases metálicos y en el 81,1% en los de papel/cartón. Por su parte, Ecovidrio anunció recientemente que en 2017 aumentó un 5% el reciclaje de vidrio y que se llegó a reciclar 789.235 toneladasde residuos e envases de vidrio. Finalmente, REPACAR, confirma que en 2016 se recogieron 4.7 millones de toneladasde papel/cartón. Alcanzando una tasa de recogida de papel recuperado del 71%.
Frente a esta nuevo escenario, que conlleva una creciente demanda en información y referencias sobre economía circular, SRRno sólo ofrece un espacio expositivocon más de 60 empresas del sector, sino que también organiza diferentes eventoscomo las jornadas sobre economía circular en las que participan organizaciones como FER, ANAREVI, ANAVAM, REPACAR o RCD (residuos de construcción y demolición), además de celebrarse el Congreso anual de FER y las jornadas de SIGRAUTO, entre otros eventos.